Historia de La Tandilia. El Año que nació…

Historia de La Tandilia. Tandil celebra jubilosamente el sesquicentenario de su fundación. Actos oficiales y de instituciones privadas sociales, deportivas y culturales recreaban el interés de la población.

Ese 1973 fue además un año en lo que hace a la vida institucional y política de Argentina de características muy singulares. Una serie de acontecimientos al producirse el retorno a la vida democrática tras interregno de siete años de gobierno militar, colocaban al ciudadano común inmerso en un país en donde costaba mucho la adaptabilidad a las nuevas normas.

Hay que recordar que tuvimos tres presidentes constitucionales: Héctor J. Cámpora que asumió el 25 de Mayo, Alberto Lastiri el 13 de Julio y Juan D. Perón a partir del 12 de Octubre. En medio de estos cambios, se acentuó una lucha político ideológica que se planteaba desde antes y que se reflejó con cruentos episodios.

Quienes estában en el periodismo de tal época, se sorprendían por noticias que a diario, dibujaban la complejidad de un momento en donde la inestabilidad es una permanente deformación de la normalidad.

Este prólogo para abordar un tema como “La Tandilia” pareciera escapado de contexto, pero tiene su razón de ser. Esta competencia que hoy es la máxima expresión del atletismo tandilense, que congrega a centenares de participantes y ha alcanzado nivel internacional, tuvo su origen precisamente en medio de un pasaje de la historia del país, abordado de realidades que afectaron de una forma u otra, la vida del hombre común, tanto en el ámbito familiar como la convivencia en sociedad.

En ese año curiosamente, este deporte salió de la inmovilidad que era su norma, es decir, reducida actividad a espaciadas pruebas de calle y competencias de pista y campo sin mucha continuidad.

Mucho tuvo que ver en este cambio, la conformación de la Subcomisión de Atletismo del club Ramón Santamarina que estaba compuesta por Mario Quiroga (Presidente), Silvio Battaia (Secretario) y los vocales: Ramón J. González, Héctor Enz, Amelia Valderrama, Héctor Paz, Héctor Ferro y Luis Retondo.

Por ese entonces, un grupo de atletas del club Gimnasia y Esgrima, aprovechaba algunos días a la semana entre las 17 y 20 horas en el Estadio “Gral. San Martín” para entrenarse con vistas a futuros torneos. En ellos se encontraban Héctor Vázquez, Walter Casey, Luciana Schiaratura, y María Tripodi. En el club Independiente también se notaba una reducida actividad.

Con fundamento o impensadamente, se estaba gestando un movimiento que comenzaba a tomar forma y que ineludiblemente desembocaría en hechos concretos, iniciándose un proceso que después fue tomando vuelo hasta llegar a este nuevo siglo con tanto vigor.

Por el mes de junio, en los corrillos del atletismo comenzó a hablarse, alcanzando proyección pública a través de los medios, que “un grupo de atletas de nuestra ciudad se encuentra trabajando en la organización de una prueba de calle con figuras relevantes como Juan Carrizo, último ganador de la Maratón de “El Gráfico” y Radio Rivadavia para el 28 de julio”.

Este proyecto naufragó, pero evidenciaba la esfervecencia que se notaba en el ambiente, lo que determinó días después la elaboración de otra idea. Que las subcomisiones existentes en las instituciones se agruparan para ordenar la programación de competencias en común. Lo podemos tomar como el gérmen de lo que sería la futura Asociación Tandilense de Atletismo (ATA).

Paralelo a esta buena voluntad de los que con vocación dirigencial intuían que había llegado el tiempo de alentar un progreso firme y estable, se llevaban a cabo competencias organizadas por Gimnasia y Esgrima y Ramón Santamarina apareciendo nuevos chicos y chicas que se incorporaban a la actividad.

Por ese entonces, ocurre un hecho que fue gratificante para que Tandilia diera a luz. Por el mes de julio, invitan desde el Comando de la Primera Brigada de Caballería Blindada, a Silvio Battaia, activo dirigente y atleta, a una conversación con el II Comandante coronel Luis Alberto Leoni Houssay quién por otra parte, era un apasionado del atletismo.

Se deduce que obedecía a precisa instrucciones de acercar el Ejército a la sociedad civil en esa nueva etapa de vida institucional, habiendo encontrado en el deporte, la manera más práctica de llevar adelante esa idea.

Allí Leoni Houssay, le explicó a su interlocutor la motivación que lo impulsaba a tomar contacto con gente que se había mostrado muy entusiasta y ejecutiva, adelantándose que tenía pensado llevar a cabo una carrera que tocara los puntos turísticos más salientes, y que empezando por el cerro de la Movediza finalizara en el lago municipal, pasando por el Calvario, centro de la ciudad, Parque Independencia, hasta terminar.

Con visión de futuro, le dijo que ese circuito podía ser utilizado por contingentes de turistas que visitaran la ciudad, para relizar “tours” que les permitiera conocer los paseos más atractivos.

Desde su encuadre estrictamente competitivo, le manifestó que sería importante contar con el adicional de postas de cuatro componentes que harían el recorrido que se fijara y en las que intervendrían soldados con todo el equipo completo de campaña menos municiones, es decir con mochilas, cartucheras, borceguíes, etc.

Particular importancia le daba para cumplir el objetivo, a contar con postas de los colegios, clubes y también de canillitas (vendedores callejeros de diarios) que harían la mitad del recorrido y como eje, una prueba principal aún sin nombre ni recorrido la que estaría abierta a atletas federados, libres y veteranos. En cierta forma tenía todo planificado.

Battaia se comprometió a transmitir esa novedad y a poco encontró una cálida recepción porque era un aporte invalorable para darle un empujón al atletismo, que venía creciendo gracias a los esfuerzos de los clubes mencionados.

A los pocos días comenzaron las reuniones entre los dirigentes y grupo de militares, las que se realizaban indistintamente en las ex sedes castrenses de Gral. Belgrano y Gral Rodriguez.

Los primeros puntos que se tocaron fue el nombre que le darían a la prueba y luego el recorrido. Después de varias mociones, prevaleció la de Héctor Enz, que estimó apropiado el nombre de Tandilia tomando en cuenta que es el sistema orográfico sobre el cuál está asentada la ciudad y en cuanto a la distancia, obligó a un trabajo muy meticuloso de medición que de un trazado original de 11.050 metros, influenciado por Osmar Saltalamacchia, se llevó a 11.111 metros, una cifra pegadiza y recordable.

Se formó una comisión provisoria el lunes 24 de septiembre para distribuirse el trabajo organizativo de esa competencia a la que se le dio una proyección trascendente ya que todo se encaminó a la formación de la Asociación Tandilense de Atletismo, que recién se concretaría estatutariamente al año siguiente, pero era tan grande el entusiasmo de ese grupo que se habló de afiliarse orgánicamente a la Federación Atlética Argentina y a bregar para contar con una pista con medidas reglamentarias.

Esa comisión estuvo integrada de la manera siguiente:

Presidente: Cnel. Luis Alberto Leoni Houssay.

Vicepresidente: Osmar Saltalamacchia.

Secretario: Héctor Enz.

Prosecretario: Mayor Julio Armando Luna.

Tesorero: Tcnl. Hugo Rolando Alfredo Laciar.

Pro tesorero: Teniente Mustapie.

Vocal 1º: Silvio Esteban Battaia, Vocal 2º: Vicecomodoro Raúl Andere, Vocal 3º: Diego Alberto Bustos y Vocal 4º: Capitán Elio Heber Sosa.

Cumplidos todos estos pasos y ya con La Tandilia a la vista, entrevistaron al entonces intendente municipal, señor Jorge Lester, quien como auténtico hombre del deporte, les dio amplio apoyo y colaboración. En ese momento le comunicaron que el día fijado para ese inédito espectáculo sería el 17 de Noviembre. Posteriormente, por razones organizativas, se aplazó para el día 25.